Todos los manuscritos están sujetos a un proceso de revisión y edición y deben acompañarse de una cesión de derechos firmada.
Los criterios para las diferentes secciones de la revista son los siguientes:
Artículos de opinión
Incluye desde informes sobre temas o acontecimientos actuales de
NA hasta trabajos bien documentados sobre los comienzos de NA en un área,
región o país. Por favor, envíen primero una solicitud.
Tamaño máximo: 2.500 palabras.
Compartir
Experiencias personales de recuperación, entre 500 y 2.000
palabras.
Parábolas
Se trata de trabajos de ficción en los que el autor ilustra
un principio espiritual o algún tipo de lección relacionada
con la recuperación. Tamaño máximo: 1.500 palabras.
Humor y “Últimas risas”
“Últimas risas” es un boletín de NA de recortes (que
incluye material de la revista
NA Way), fallos de lectura de la
literatura de NA oídos en acontecimientos de nuestra confraternidad,
etc. Otros artículos de humor pueden ser una lista de “los diez
principales”, una parodia sobre la literatura de NA, un cuestionario de
respuestas múltiples, etc. Tamaño máximo: 1.000 palabras.
Lamentablemente, el día en que los archivos de NA estén organizados de esta forma aún está lejos. Sin embargo, casi toda la documentación existente se encuentra en la Oficina de Servicio Mundial.
En marzo de 1997, George Hollahan, uno de los directores ejecutivos de la OSM, recibió una llamada telefónica del representante de los herederos de Jimmy K. preguntando si la OSM estaba interesada en adquirir el legado de Jimmy relacionado con NA.
Decir que la OSM estaba “interesada” sería quedarse corto. Como George señaló “estaba sorprendido y muy contento. Esperaba esta oportunidad desde mediados de los 80”. Después de ciertos acuerdos, George recogió los archivos y los llevó a la OSM.
Si la imagen de un archivo histórico como el que se acaba de describir es un sueño, lo que llegó a la OSM fue una pesadilla: cajas de cartón podridas, archivadores cubiertos de pegatinas con lemas de recuperación, material de oficina roto, cintas antiguas… ¡Un desorden, pero indudablemente tenía su carácter! Ahí estaba, en medio de una Oficina de Servicio Mundial moderna y profesional, completamente fuera de lugar.
A pesar de todo, echar un vistazo a aquel caos era sobrecogedor. Los comienzos de NA fueron de lo más humildes... ¡Especialmente si tenemos en cuenta lo lejos que hemos llegado! De “ese revoltijo” había surgido una confraternidad mundial. ¡Sin duda hay un Poder Superior!
La OSM contrató a un antiguo empleado, Steve Lantos, para catalogar y organizar el material. Era una tarea desalentadora que nos iba a llevar muchos meses; había casi cinco metros cúbicos de papel, cintas y otros objetos.
En algunos casos, la significación de ciertos materiales era evidente sólo con verlos, como un ejemplar de tapas rojas de la primera edición del Texto Básico con el número 1. En otros, la importancia no se vio hasta más tarde. A cada material se le asignó un número, por ejemplo, el 1081 a las actas originales de una serie de reuniones celebradas entre el 17 de agosto y el 18 de diciembre de 1953 para fundar NA en California del Sur.
¿Qué encontramos?
Lo más interesante y conmovedor fueron las reflexiones y
los escritos personales de Jimmy K., en general sobre temas de recuperación,
aunque también muchos se ocupaban de servicio y la orientación
de Narcóticos Anónimos. También había muchas
cosas relacionadas con la formación de NA tal como se conoce hoy
en día, y muchos materiales sobre las actividades de los custodios
y sobre cómo evolucionó la estructura de servicio desde mediados
de los 60 hasta 1983.
Steve, en su informe final, describe cómo fue tomando conciencia de la importancia de Jimmy K, no sólo para la confraternidad de los 50 y los 60, sino también para la actual. Las ideas y sueños que Jimmy tenía para NA como confraternidad mundial se ven claramente en el material de los archivos. Por ejemplo, el dibujo original de Jimmy del logo de NA, con los círculos y cuatro líneas que salen de éstos, y lo que pasó con esas líneas más adelante, nos demuestran como algunas de sus ideas originales fueron desvirtuadas años después. Cuando miramos el afiche de cartulina con el logo de NA original, resulta claro que las cuatro líneas eran una rosa de los vientos que representaba el sueño de que NA se extendiera por todas partes. Sin embargo, una interpretación posterior consideró que las cuatro líneas tenían un simbolismo cristiano, por lo que la conferencia decidió eliminarlas.
|
Éste es el logo original de NA diseñado por Jimmy K. El significado de los diferentes colores de los círculos que rodean al logo se explica debajo. El interior de la “A” está sin colorear, salvo un punto que representa a Dios. El resto del círculo del centro es amarillo y representa la fortaleza y el valor. El siguiente es verde y simboliza la amistad. El otro es azul y representa la paz y la serenidad. El último es rojo, símbolo del amor. |
Durante muchos años, los comienzos de NA estuvieron rodeados de mito y leyenda, de opiniones categóricas y recuerdos confusos de los miembros de entonces. Gracias a haber recuperado algunos documentos históricos, al fin podemos empezar a aclarar un poco la infancia de NA. El artículo 1081 contiene las actas de la fundación de NA en California del Sur. El 1082 son los estatutos originales redactados en la reunión del 17 de agosto. El artículo1220 es especialmente interesante; se trata de un inspirador librito escrito a finales de los 50, principios de los 60, por el padre Daniel Egan, conocido como el “Cura Yonqui”. En él se describe el movimiento de NA en Nueva York encabezado por Danny Carlsen.
Los escritos de Jimmy K. del “librito blanco” indican con precisión que varios adictos y algunos miembros de Alcohólicos Anónimos formaron lo que hoy conocemos como Narcóticos Anónimos en julio1 de 1953. (Éste es uno de los muchos meses citados como aniversario de NA. Las actas mencionan el 17 de agosto de 1953 como fecha de la primera reunión de trabajo. La primera reunión de recuperación se celebró el 5 de octubre de 1953.)En realidad, lo que nació en esas primeras reuniones se llamaba “Narcóticos Anónimos y Alcohólicos Anónimos del Valle de San Fernando”.
La separación de nuestra confraternidad de AA sigue siendo todo un tema casi cincuenta años más tarde. En el archivo hay una carta de los Servicios Mundiales de AA en los que se autoriza a NA a usar y adaptar los Doce Pasos y las Doce Tradiciones de Alcohólicos Anónimos. El esfuerzo paralelo de AA con respecto a su propio desarrollo se ve claramente en otros dos materiales. Uno parece ser el borrador de un folleto —probablemente redactado por AA—, titulado “¿Narcóticos Anónimos es para usted?”, que trataba el problema que tenía AA con los adictos que intentaban recuperarse en sus reuniones. El otro es un artículo escrito por Bill W. (el fundador de AA) sobre el problema de los drogadictos en las reuniones de AA.
En relación a este tema, también figuran los cambios hechos al “librito blanco” a mediados de los 80, con el objeto de consolidar y aclarar la filosofía de NA acerca de la adicción a las drogas, mediante los cuales se afirmaba que el alcohol era sencillamente otra droga y que un miembro cuya “droga favorita” fuese el alcohol podía perfectamente recuperarse sólo en NA.
También hay bastante correspondencia entre los miembros y los custodios para aclarar la cuestión de los requisitos para ser miembro de NA con respecto a este tema, de los servidores de confianza que también asistían a AA, etc.
Encontramos mucho material sobre creación de nueva literatura y revisión de la existente a lo largo de los años. Muchos documentos relatan una de las polémicas más prolongadas, y dolorosas, en las que se vio inmersa nuestra confraternidad: las revisiones de los escritos de la Cuarta y la Novena Tradición en el Texto Básico y las medidas tomadas por la CSM que tuvieron como resultado el cambio del texto. Están las galeradas con los cambios correspondientes marcados y firmados por los servidores de confianza responsables. En uno de los archivadores se encontró el formulario de registro de propiedad intelectual de 1976 del “librito blanco”. Uno de los hallazgos más fascinantes y conmovedores fue el diseño original de la portada y el lomo del Texto Básico y los manuscritos de las historias personales del libro.
Si las prioridades de NA se reflejan en la cantidad de papel relacionadas con un tema, entonces es evidente que llevar el mensaje está en el primer lugar de la lista. El “desarrollo de la confraternidad” es una de las secciones más voluminosas del archivo.
Los primeros contactos con comunidades nuevas de NA no siempre parecen proceder de lo que hoy entendemos por otras comunidades de NA. A menudo, profesionales del campo de la salud mental o sacerdotes que de alguna forma encontraban algún folleto de NA y no terminaban de entender qué era, escribían a la OSM pidiendo todo tipo de cosas, desde donaciones económicas hasta oraciones para los adictos que sufrían en sus comunidades. Pero es así como se creó NA y se fue desarrollando y cambiando. El archivo contiene las primeras cartas de comunidades de NA de Australia, Brasil, Ecuador, Francia. Islandia, Irlanda, Italia, Japón, México, Nueva Zelanda, Perú, Polonia, Sri Lanka, Suecia y Corea del Sur.
¿Qué significa este material hoy en día
para la confraternidad?
Como manifestó Steve en su informe final: “El material es
inapreciable. [...] Teniendo en cuenta la posición de la OSM como
fiduciario [del fideicomiso de propiedad intelectual de la confraternidad],
la carta de autorización de los Servicios Mundiales de AA es, en
sí, todo un hallazgo. [...] También es de lo más valioso
tener el material que explica el razonamiento para evitar centrarnos en
ninguna droga específica y cambiar el Primer Paso. [...]
”Muchos han hablado de los comienzos de NA en los años 50 y 60, pero hoy en día quedan muy pocos que hayan estado allí y tengan material de la época. Ahora, la confraternidad, a través de la OSM, posee el material histórico que nos lleva a la formación de NA y a sus primeros años.
”Pero quizás lo más valioso, aunque de forma intangible, es el testimonio de un hombre que sirvió a esta confraternidad durante los primeros treinta años de existencia. Jimmy K., como la mayoría de los pioneros, ha tenido sus detractores, gente que lo idolatraba y esperaba que fuera más que humano y personas que creían que utilizaba su influencia e imponía su autoridad con demasiada frecuencia. Es algo que cada lector se ocupará de juzgar y descubrir; pero lo que sin duda resulta evidente es que fue un visionario que dedicó su vida a tratar de ayudar a otros a descubrir lo que había descubierto él: cómo librarse de la adicción activa.
En una palabra: continuidad. Todos cuantos sirven a NA ayudan a que el mensaje se trasmita —intacto— a la siguiente “generación” de recién llegados.
De esto se ocupa este número de la revista: cómo ha evolucionado el mensaje de recuperación y se ha trasmitido de un adicto a otro a lo largo de casi cincuenta años. Por supuesto que han cambiado algunas cosas con respecto a la “presentación” del mensaje de NA. Hemos perfilado más algunos puntos y mucho más “nos ha sido revelado” acerca del día a día de la recuperación, pero el mensaje esencial —que ningún adicto que quiera recuperarse tenga que morir sin la oportunidad de descubrir una nueva forma de vida— no ha cambiado desde que los fundadores de NA lo soñaron y pusieron en marcha en 1953.
Esos fundadores son importantes; gracias a ellos muchos de nosotros estamos hoy vivos y limpios. NA, durante muchos años, no supo gran cosa de sus propios orígenes, pero eso está cambiando con la adquisición por parte de la OSM de algunos archivos importantes que al fin nos permitirán explorar nuestra historia detalladamente y ver cómo se tomaron las decisiones a lo largo de los años que nos han llevado a donde estamos ahora. Por fin podemos afirmar con seguridad, y demostrar con documentación, que determinada persona estuvo presente en cierta reunión o que participó en una decisión que tuvo como resultado algún acontecimiento específico.
Apenas hemos empezado a rascar la superficie. Como verán en los artículos de este número, aún queda mucho camino por recorrer para que la historia de NA esté al alcance de nuestra confraternidad. Sin duda habrá otras exposiciones de artículos históricos en la OSM, pero también tendremos que preparar una “exposición portátil” para los miembros que no puedan viajar a Chatsworth (California). Como siempre, algo más será revelado sobre este tema, y los mantendremos informados a medida que encontremos más cosas.
Cindy T., editora
Me gustaría sugerir que pusieran los Doce Pasos, las Doce Tradiciones, y, quizás, los Doce Conceptos de Servicio (ya que hay muchos artículos sobre servicio) en algún lugar de la revista.
Como suscriptor de la “vieja” revista durante un par de años, me alegra ver que los cambios son buenos y que no se ha cambiado sólo por cambiar.
Disfruté especialmente del artículo “El privilegio de la autofinanciación: ¿quién es responsable de los servicios de NA?” Por suerte, después de que lo leyera la gente de mi grupo, la colecta en la reunión subió un poco. Mi grupo sólo paga 55 dólares de alquiler al mes y a veces apenas llegamos. Por lo general, los miembros compran por su cuenta la literatura, el café y otras cosas necesarias. Tenemos tres reuniones por semana con una asistencia de seis a diez miembros en cada una. Tendríamos que recoger más. Me alegra saber que ahora nuestros fondos circulan de otra manera. Mi grupo hace poco dejó un área por lo que nos pareció una violación de la Duodécima Tradición, así que ahora si tenemos un excedente, podemos mandar el dinero directamente a la región y a los servicios mundiales.
Bueno, creo que esto es todo. Les doy permiso para publicar esta carta. Nunca he visto nada mío publicado. Estoy pensando en escribir un artículo humorístico, pero pasan tantas cosas cómicas a mi alrededor que no sé por cuál decidirme.
Keleen C., Texas
Querido NA Way:
Hola, hace poco que soy RSG de uno de mis grupos. Voy a las reuniones
de área y hace poco en una de ellas hicieron un anuncio sobre la
revista NA Way que me disgustó mucho.
Al principio, muy al principio, de mi recuperación, el secretario de mi grupo base trajo unos ejemplares viejos de la revista. Desde entonces, he comprado un montón de números, hasta algunos antiguos de 1989. Los leo muy a menudo y últimamente decidí suscribirme.
Después de mandar la orden de suscripción, me enteré de que el formato había cambiado completamente. Ahora parece más un boletín que una revista con tapas de colores como era. Sé que cambiar es bueno. Lo aprendí escribiendo y practicando los pasos. Sólo espero que también sea cierto en esta situación.
También me desilusionó mucho saber que ahora se publicará sólo cuatro veces al año. Una de las cosas que más me gustaban de la versión anterior era que me la mandaban a casa todos los meses.
No sé por qué se habrá hecho este cambio. Lo único que espero es poder seguir leyendo artículos escritos por adictos que comparten su experiencia, fortaleza y esperanza. He aprendido mucho de ellos.
Después de leer un artículo de compañeros que se escribían en Florida (NA Way, noviembre de 1994) decidí empezar algo parecido aquí en Buffalo (Nueva York). Si no hubiera sido por la revista NA Way nunca habría escrito a los compañeros de Florida para tener yo también un amigo maravilloso con quien me carteo.
Me gustaría dar las gracias por haberme dado la oportunidad de conocer la revista tal como era y espero seguir siendo una suscriptora satisfecha. Quizás otros adictos en recuperación tengan la oportunidad de leer artículos y encuentren en ellos, como yo, experiencia, fortaleza y esperanza.
Heather F., Nueva York
La revista NA Way está abierta a las cartas de todos los lectores y lectoras. Las cartas al editor pueden responder a cualquier artículo que haya aparecido o sencillamente expresar un punto de vista sobre algún tema de interés de la Confraternidad de NA. No deben exceder las 250 palabras y nos reservamos el derecho de corregirlas. Todas las cartas deben llevar firma, una direccion válida y un número de teléfono. Se utilizará el nombre y la inicial del apellido como firma, a menos que se solicite que sea anónima.
¿Cómo se adaptaron los pasos para que fueran así como son? ¿Cómo se creó la estructura de servicio? ¿Quién era Jimmy K.? ¿Por qué desapareció la confraternidad casi por completo a finales de los años 50? ¿Cuál es la historia del Texto Básico?
Los que tenemos la suerte de conocer a algún veterano, alguien que estuviera en NA cuando sucedió todo aquello, hemos oído historias maravillosas e intrigantes de esa época. Las escuchamos con avidez, fascinados por la forma en que miembros comunes y corrientes, como nosotros, fueron partícipes de esos acontecimientos.
Pero esas historias son recuerdos, y hasta el documento más borroso es mejor que la memoria. ¿Por qué entonces todavía no tenemos una historia escrita de la confraternidad?
Hace muchos años que el proyecto de una historia de NA está en suspenso, pero no se ha puesto en marcha por diversas razones. En primer lugar, la mayor parte de la documentación y el material escrito sobre los orígenes de NA estaba en manos de algunos miembros. Hasta mediados de los 80, en que la OSM empezó a recopilar documentación sobre la evolución de NA, no había ningún archivo central. A partir de entonces, muchos individuos que tenían documentación histórica de NA empezaron a hacer donaciones a la OSM, pero otros no quisieron o no sabíamos quiénes eran.
En segundo lugar, la confraternidad ha estado ocupada con otros proyectos importantes, como la preparación de literatura de recuperación o materiales de servicio; además, nuestro rápido crecimiento sencillamente desbordó nuestra capacidad para llevar a cabo todo lo que teníamos que hacer.
Por último, no hemos tenido dinero para catalogar todo el material que poseíamos y que aún falta, ni para contratar a alguien que pusiera objetivamente todo eso en orden y sobre papel.
Historia es quiénes somos y por qué somos así. Es muy importante que sepamos cómo éramos y los avances que hemos hecho juntos como confraternidad. Tenemos mucho que aprender de nosotros mismos y deberíamos aprenderlo de nuestro propio pasado, tal como fue, sin adornos ni necesidad de depender de los recuerdos. ¿Ya estamos preparados? Todo depende de lo mucho que realmente queramos saber.
Procedo de una familia disfuncional en la cual el alcohol era la droga principal. Sin embargo, estaba seguro de que nunca sería como mi padre: el alcohólico. Por supuesto que no sabía nada sobre mi estructura genética ni mi personalidad adictiva.
Después de la universidad, conseguí un buen trabajo de maestro en una escuela pequeña. Unos años más tarde, fui a ver a un médico que me dio unos medicamentos que me hicieron sentir mejor que nunca. Como las pastillas venían de un médico, no me parecía mal drogarme con ellas. Me funcionaban... me funcionaban de maravilla.
Pues bien, al cabo de unos meses, mientras conducía drogado hacia el trabajo y me topé con una curva muy cerrada en la carretera. Mi consumo había aumentado mucho más de lo que jamás me habría imaginado. Decidí pedirle a Dios que me ayudara a comprender un poco y le dije algo así como: “Querido Dios, vete de mi vida y déjame tranquilo durante un año. Después haré lo que quieras”. Tras pensar en lo que había pedido, añadí una posdata: “No dejes que me haga demasiado daño”.
Pensaba que nunca me convertiría en un adicto. Pero llegué a serlo. Tardé poco en drogarme como un loco, y empecé a disfrutar cada vez más de esos estados. Por alguna razón, creía que las drogas me convertían en la auténtica persona que siempre había querido ser. Las drogas me daban un montón de energía, día y noche.
Recuerdo que pensaba escribir un libro de ciencias para quinto grado, hacerme rico y tener una “vida de verdad”. Bueno, como muchas otras cosas que empecé, tampoco acabé ese proyecto. El libro no sólo nunca se publicó sino que un día, muy drogado y desesperado, quemé el borrador. Era algo que me empezaba a pasar cada vez más. En lugar de sentirme bien cuando consumia, terminaba sintiéndome mal.
De vez en cuando hasta me preguntaba si no sería un adicto. Por supuesto que sabía que no podía pasarme lo mismo que a mi padre (todavía estaba en negación), pero la vida se me escapaba cada vez más de las manos y los cambios empezaban a hacer pequeñas grietas en mi muro de negación.
Un buen día perdí el trabajo de maestro. Además de este pequeño inconveniente laboral, mi mujer estaba embarazada de nuestro segundo hijo. Decidí que Dios quería que fuera director de una escuela parroquial de jóvenes. Hice muchos intentos para conseguir ese trabajo, pero la respuesta era siempre “no”. Recuerdo que un domingo, después de otro “no”, le dije a mi mujer que tenía que estar muy mal para que hasta Dios me rechazara.
Siempre tuve una tremenda necesidad de que me quisieran y necesitaran. ¡Como todos!
Más o menos en esa época, empecé a ver que aparecían en mi vida los mismo patrones de comportamiento que en la de mi padre. Pero a esas alturas, sin trabajo y con mi mujer embarazada, lo único que podía hacer era seguir consumiendo para sentirme mejor.
Hasta el día de hoy recuerdo cada detalle del día de 1967 en que nació nuestro hijo. Llamé a mi madre y me puse a llorar. Estaba drogado, pero me acuerdo de la conversación palabra por palabra.
Le dije que no sabía lo que me pasaba. Ella, sin embargo, conocía el problema y me lo dijo sin tapujos: “¡Bill, son esas malditas drogas!” Y “maldita” era casi una palabrota en boca de mi madre.
Bueno, puesto que mi madre ya sabía que consumía, decidí que había llegado el momento de parar... de parar antes de que me volviera adicto. Más o menos lo sabía, pero nadie me dijo que “ya” era un adicto.
Así que dejé las drogas. Pero no iba a ninguna reunión. De hecho, no sabía nada del programa de NA. Para mí, sencillamente no necesitaba ninguna ayuda... siempre y cuando no volviera a consumir nunca más.
Entre 1967 y 1970 me las arreglé para estar dieciocho meses limpio. También conseguí un trabajo en un hospital del estado, de consejero de alcohólicos y drogadictos. En ese momento, estaba seguro de que tenía el trabajo que Dios quería que tuviese.
Un día, a principios de 1972, empecé a consumir unos relajantes musculares de una de las unidades donde trabajaba. La enfermera que me los daba era una buena amiga y supuse que me hacía un favor. Desgraciadamente, empecé a tomarlos —junto con otras drogas— en serio. Hasta recuerdo que una vez me fui a pescar y estuve consumiendo drogas para estar despierto toda la noche. Durante los siguientes tres meses consumí a media jornada. Empecé a tener problemas con mis pacientes. Recuerdo que pensaba que tenían que hacer lo que les decía, no lo que yo hacía.
Hoy en día continúo yendo a NA regularmente porque los pasos me permiten tener una vida feliz. Los pasos y la gente de NA me han dado una comprensión de la recuperación y algunas sugerencias que me gustaría mucho compartir:
Bill B., Missouri
Nadie podía imaginarse que me convertiría en una adicta.
Varias cosas me indujeron a tomar esa primera droga cuando estaba en quinto grado. Estaba confundida, asustada, deprimida y desesperada. No podía dormir. Había oído muchas veces que el alcohol hacía que la gente se quedara dormida. Una frase que había leído en un libro sobre la vida de Miguel Ángel me daba vueltas en la cabeza. “Bebe —me decía— que te hará dormir. Y cuando despiertes, el dolor se habrá pasado...” Yo no podía poner en duda semejante teoría. Era tan clara, tan sencilla.
Así que bebí.
Nunca olvidaré esa sensación de tibieza y atontamiento, el cosquilleo de la primera vez que consumí. Aún no sabía que con el tiempo llegaría a darme miedo.
A partir de entonces empecé a beber casi todas las noches hasta quedarme dormida. Durante tres años mi idea de una canción de cuna fue una botella de alcohol. Cuando me contrataban para cuidar a un niño, me aseguraba de ponerlo a dormir al menos una hora antes de que volvieran los padres así podía hacer un repaso al mueble de las bebidas. Por la mañana, si nadie me veía, echaba un chorro de licor dulce en el café antes de ir a la escuela. La botella también se había convertido en mi despertador.
En octavo grado, mis padres me pusieron en tratamiento ambulatorio por depresión porque había hecho un intento de suicidio. Tomaba Prozac y mis padres habían tirado todo el alcohol de la casa porque sospechaban que bebía.
Odiaba el Prozac, me mantenía despierta por las noches. Así que encontré a otros pacientes dispuestos a cambiarme sus pastillas por mis Prozac. También me explicaron qué productos de limpieza inhalar o beber, según el tipo de efecto que deseara. Ese tratamiento ambulatorio era el paraíso para cualquier adolescente adicto. Y las drogas sólo costaban lo que los medicamentos recetados.
Un fin de semana, mi primo me pescó bebiendo alcohol para friegas. Mis padres encontraron acetona debajo de mi colchón y un inhalador vacío en un cajón de mi escritorio. Me sacaron del tratamiento de la depresión y me metieron en un tratamiento de drogas.
Los pacientes parecían iguales a los del hospital, hasta que me enteré de que estaban limpios. Para acabar de complicar las cosas, se negaron a hablar conmigo hasta que yo también accediera a estar limpia. Para estar limpia, tenía que abrirme y empezar a hablar de la recuperación.
Me convertí en RSG del grupo de gente joven de mi primera reunión de NA. Por supuesto que no tenía ni idea de lo que era ser RSG, ¿pero acaso tenía algo que perder? Era nueva en el programa. ¿Había otra forma mejor que participar para sentirme en casa?
Ahora llevo dieciocho meses limpia en el programa. He visto muchos adictos entrar por la puerta, nerviosos y confundidos. Los he visto convertirse en miembros cariñosos y agradecidos. He descubierto un Poder Superior tierno y comprensivo en el que siempre puedo confiar. He conocido muchos amigos maravillosos que siempre están presentes cuando los necesito. Tengo una madrina con la que puedo compartir y de la que aprendo. He aprendido que no estoy sola y que hay esperanzas. He descubierto un mundo más allá de las drogas, lleno de emociones, diversidad y crecimiento. Estoy aprendiendo a quererme, respetarme y aceptarme por lo que soy. He descubierto la simplicidad de estar limpia sólo por hoy. Siento que la gratitud y el amor del programa me embargan cada vez que llevo el mensaje.
Hay veces que siento que es injusto lo que me pasa. No me falta nada: soy una adolescente compulsiva sexualmente, dependiente de sustancias químicas, gravemente depresiva, bisexual... por no mencionar que además soy la hija mayor de la familia. De vez en cuando no puedo evitar quejarme de la suerte que me ha tocado en esta vida.
Sin embargo, tengo más que suficiente de lo cual estar agradecida. Dios me ha dado esperanzas. NA me ha enseñado a vivir. Los compañeros adictos me han demostrado que no estoy sola. Y hoy me he mantenido limpia.
Cady K., Minnesota
Soy de la opinión de que la adicción se manifiesta de muchas formas que no tienen absolutamente nada que ver con las drogas. Si, durante un período, todo lo que hago en mi vida carece sistemáticamente de principios, entonces estoy metido en la adicción activa. Esto no implica que tengamos que volvernos perfectos. No se trata de eso. Pero creo que ha habido momentos en mi recuperación en que he estado libre de la adicción activa en todas las facetas de mi vida.
La auténtica pregunta es: ¿hasta qué punto quiero ser libre? Creo que nuestro programa nos da libertad ilimitada, sólo por hoy. Sé que nos brinda la oportunidad de elegir.
Sólo por hoy ya no tenemos por qué volver a consumir. Esto ya es una bendición en sí, pero un cambio completo de personalidad ofrece mucho más. En las ocasiones en que he disfrutado de la libertad que nos brindan nuestros pasos, pues... no hay palabras para describir el nivel de contacto consciente que siento con mi Poder Superior.
Limitar el grado de libertad que puede lograrse en NA sólo a librarse de las drogas pone un límite a la recuperación que nos da Dios, tal como lo concebimos, a cada uno. Pero no podemos darnos el lujo de estar confundidos. Está al alcance de todos nosotros.
Marilyn W., Ohio
Todos me decían que siguiera viniendo. No entendía por qué sonreían. No creía que fuera a quedarme, aunque lo deseaba. Simplemente no confiaba en mí. Mis antecedentes demostraban que podía hacer promesas, pero no era capaz de cumplirlas.
Busqué un padrino. Me dijo que podía hacerlo. Empecé a hacer amigos y a escuchar. Me hablaron de fe, me dijeron que tratara de tener un poco, sólo para empezar a creer.
Pasaron los días y sucedió un milagro: empecé a sonreír. La compulsión de consumir había desaparecido. Pensé que después de todo eso de la fe no era tan malo. Tenía muy poca, pero parecía suficiente. Cada día que pasaba limpio, mi fe se hacía más fuerte.
Pasó el tiempo. Trabajé los pasos. Leí literatura. Hice servicio. Usé mi padrino.
Ahora, más de cuatro años más tarde, tengo que confiar en lo que aprendí en esos primeros días. Debo tener fe y creer como hice entonces.
Hace más de un mes que estoy sin trabajo. Hago el trabajo básico y creo que mi Poder Superior se ocupa de mí. Dejé mi último empleo después de meses de oración y meditación. Se había vuelto espantoso. Tenía miedo de irme, pero no tuve más remedio. Lo dejé y ahora estoy buscando trabajo. Mi Poder Superior me ha cuidado hasta ahora y sé que seguirá haciéndolo si yo me ocupo de hacer lo que tengo que hacer.
La recuperación me ha enseñado que en la vida hay problemas. Mis primeros noventa días me enseñaron a tener fe y rezar. En mi vida se ha cumplido la única promesa de NA. Librarse de la adicción activa es sólo el principio. Lo único que tengo que hacer es ir a las reuniones, mantenerme limpio, creer... y todo lo demás vendrá.
John L., Nueva York
Gracias a NA he descubierto otra forma de enfrentarme a esos sentimientos. He aprendido a reducir mis defectos de carácter con los Doce Pasos, un Poder Superior y el servicio desinteresado a los demás. He visto que si me ocupo de las necesidades de otro ser humano mi egocentrismo disminuye. Puedo refrenar mi ego galopante si estoy dispuesto a escuchar lo que tienen que decir los demás. Me he dado cuenta de que si renuncio a la autocompasión, recupero un vida real tal como es.
He aprendido que la Oración del Tercer Paso, “Toma mi voluntad y mi vida, guíame en mi recuperación, enséñame a vivir”, no es escapar de la responsabilidad de mis propias acciones. Es una elección activa que hago para renunciar a mi viejo comportamiento (toma mi voluntad y mi vida) a cambio de que me orienten para desarrollar mis posibilidades (guíame en mi recuperación), y reclamar la vida que eché a perder con el consumo de drogas a causa de mi dolor y miedo (enséñame a vivir).
La vida empezó a tener sentido para mí a medida que aprendía a poner en practica estos sencillos principios. Muchos adictos en recuperación han pasado por experiencias similares. Si nos parece que la vida se ha vuelto abrumadora y que el Poder Superior no nos funciona, esta sencilla oración puede indicarnos el camino apropiado y hacernos reflexionar sobre los aspectos de nuestra vida reñidos con estos principios. De esta forma, podemos librarnos de la locura que nos obliga a comportarnos según viejos esquemas. Cuando nos rendimos a un poder superior a nosotros y desarrollamos todas nuestras posibilidades como seres humanos surge la auténtica libertad.
Michael R., California
Me pasé años mirando la vida a través de cristales rosas, intentando esquivar la realidad. Mi vida era absurda y estaba llena de negación.
Intervino mi Poder Superior y me dio un empujoncito en la dirección correcta. Descubrí NA y encontré un padrino.
Es todo un placer compartir mi vida con este hombre maravilloso. También es un adicto y está dispuesto a compartir las alegrías y tristezas. Buscamos juntos las soluciones a la vida tal cual es. Nos respetamos y apreciamos de verdad.
Gracias a NA, hoy en día soy libre.
Mike H., Illinois
Mi primera CSM fue la de 1992. No tenía ningún puesto de servicio ni nada, sólo fui a observar. Compartí habitación con otras seis personas durante diez días y me quedé impresionado. Ese año, Barbara J. era la coordinadora de la CSM y su capacidad para dirigir y servir me dejaron anonadado. Colaboré contando votos y presencié algunas reuniones de comité. Fui testigo de la aprobación de los Doce Conceptos de Servicio de NA y del libro de meditaciones Sólo por Hoy. Estaba muy impresionado e intimidado.
Conocí gente muy agradable y muy espiritual de todas partes del mundo. Algunos se han convertido en buenos amigos. Desde entonces, he asistido a todas las conferencias y reuniones trimestrales de los servicios mundiales.
Volví a la CSM 93 de Van Nuys otra vez como observador. Era evidente que en la conferencia hacía falta un tipo especial de servicio para el cual no había descripción ni nombre. Las pausas de diez minutos se alargaban a quince, veinte, treinta minutos, y empezaban a ser un problema. La agenda no se seguía, y, a cuarenta y dos dólares por minuto (la cifra que dio el tesorero en esa conferencia, probablemente bastante exacta) eran pausas muy caras.
Como tengo mucha experiencia como actor y cantante, un diafragma bastante fuerte y buenos pulmones, me convertí en el primer monitor de pasillo por designación propia. Controlaba cuándo debían terminar las pausas y caminaba por el vestíbulo como un regidor de teatro gritando “¡Cinco minutos!... ¡Dos minutos!...” y por último... “¡¡¡A ESCENA!!!”
No es que los participantes se portaran mal; sólo necesitaban una ayudita para saber cuándo terminaba el recreo. Fui el despertador de la conferencia. Varias personas, incluido el coordinador, se acercaron a darme las gracias. Me hicieron sentir que formaba parte y hacía servicio. A otra gente, en cambio, le molestó. “¿Quién es ese?” “¿Por qué lleva un tupé tan feo?” No les hice caso. La conferencia empezaba a confiar en mi trabajo y hasta me pusieron el apodo de “A escena”.
Al año siguiente (CSM 94), volví como RSR (ahora DR) de una región nueva. Mi experiencia como participante de la conferencia fue completamente diferente de la que había tenido como observador. Aprendí mucho y puede ver con mayor claridad todo lo que hay que poner para hacer servicio a nivel mundial. La lección más importante que aprendí en Atlanta fue que había que hacer el trabajo y no ocuparse de los resultados. Vi como se hacía añicos el trabajo de algunos servidores de confianza, y a pesar de todo los individuos quedaban intactos. Tenían clara la diferencia entre el trabajo y ellos mismos. Los ataques no eran personales (no necesariamente), sino meras diferencias de opinión sobre cómo hacer el trabajo.
Desde entonces he continuado mi servicio en el Comité de IP de la CSM y en el Grupo de Resoluciones. Ambos servicios muy gratificantes e instructivos.
¿Por qué hago servicio? No sería rigurosamente sincero si dijera que por la gran bondad que tengo. En cierto modo, lo hago porque es mi deber... del mismo modo que el deber de un escritor es escribir. Es como una “llamada”. No hay mucha gente dispuesta a renunciar a su tiempo, dinero y a otras oportunidades para estar al servicio de Narcóticos Anónimos, especialmente en los servicios mundiales. (El servicio mundial no es muy diferente en cuanto a valor espiritual u otras cosas, pero el tiempo y el dinero que exige es mucho mayor que en cualquier otro nivel de servicio).
Para mí, el trabajo de servicio es profundamente gratificante y personalmente enriquecedor. Todo lo que he aprendido me ha ayudado en mi profesión y viceversa. Las lecciones personales me han hecho mejor persona y un servidor de confianza más competente en mi comunidad local de NA. Hasta diría que en cierto modo me he vuelto mejor padre y esposo gracias al trabajo de servicio.
Hay algo increíblemente gratificante cuando escucho a alguien despotricar contra los servicios mundiales y después, cuando se le explica con tranquilidad cómo son realmente las cosas, veo como desaparece la animosidad. No sucede siempre, pero igual que en la recuperación, la mejor comunicación es la de un adicto a otro. Tengo una sensación de plenitud cuando logro enseñar a otros compañeros como planificar algo para poder llevar a buen puerto un proyecto de servicio. Estas son las actitudes que me han servido de ejemplo en la conferencia y en las reuniones de los servicios mundiales. Serviré durante el tiempo que me lo pidan y lo haré lleno de gratitud.
Después de la clausura de la CSM 97, en la que se aprobó la Guía de servicio local (GSL), muchos RSR volvieron a casa con un nuevo título de servicio (delegados regionales), un nuevo manual de servicio y muchas preguntas. Aunque algunas regiones ya habían puesto en práctica algunas ideas de la GSL desde principios de los 90, la mayoría sólo había participado en algunos talleres informales. Ahora que la GSL está aprobada como herramienta de servicio, hay más regiones dispuestas a empezar a hacer cambios en su estructura de servicio.
Parece que las asambleas regionales son una de las primeras ideas de la GSL que las regiones empiezan a poner en práctica. Los informes de la regiones que han celebrado asambleas regionales anuales son muy positivos.
Es posible que a las que aún no han celebrado asambleas les cueste y no sepan muy bien cómo hacerlo, pero en la confraternidad hay muchos recursos de los que se puede hacer uso. Los delegados cuyas regiones han participado en asambleas pueden proporcionar información valiosa antes de organizar una. Además, hay miembros con experiencia en los servicios mundiales o con mucha información que pueden ayudar a preparar la asamblea o dar información durante la misma. Cuando una región decide organizar una asamblea regional, primero hay que determinar las necesidades de las áreas y los grupos.
Cuándo se celebrará, qué tipo de formato tendrá, cuánto durará. Por lo general, las asambleas regionales se celebran dos o tres meses antes de la Conferencia de Servicio Mundial. La mayoría de las regiones necesitan un tiempo para que los miembros revisen y discutan el Informe de la Agenda de la Conferencia antes de la asamblea. Algunas regiones organizan talleres con los RSG antes de la asamblea para que éstos tengan un foro al que acudir a hacer preguntas sobre el IAC. Otras organizan asambleas de dos días, el primero de los cuales se dedica a estudiar y explicar el IAC, y el segundo a tomar decisiones por consenso sobre los temas de la conferencia. Después de tratar las necesidades y los deseos de las áreas y grupos, no tiene por qué ser difícil establecer un formato que resulte útil a la región.
Una vez establecidos el calendario y la duración de la asamblea regional, hay que encontrar un lugar para celebrarla. Estaría bien un sitio en el centro de la región al que todos los RSG pudieran acceder con facilidad. Si la asamblea dura dos días, también sería útil encontrar un alojamiento económico para los RSG que tengan que pasar la noche. También se podrían incluir comidas y reuniones de recuperación, o pedir ayuda a la confraternidad local para que ofrezca información sobre las reuniones y acontecimientos de NA de la zona. A algunas regiones grandes, quizás les resulte más práctico y barato organizar dos asambleas en diferentes lugares en lugar de una sola en el centro.
Uno de los problemas frecuentes es que algunos grupos no pueden pagarse la asistencia a la asamblea. Algunas regiones reservan fondos para ayudar con los gastos de alojamiento. Otras prefieren que sean las áreas las que colaboren con sus RSG o que se ocupen de recaudar fondos con este propósito. A medida que empiece a crecer la conciencia de la importancia de la asamblea en la región, quizás los grupos decidan reservar parte de sus fondos para mandar un representante a la asamblea.
Lo siguiente que hay que decidir es el formato y la estructura de la asamblea. Lo mejor es un tipo formato con sesiones que permitan que los participantes compartan francamente, tanto sea en pequeños grupos de trabajo como en foros abiertos. Los participantes también han de determinar cómo llegar a una conciencia de grupo: el DR puede ocuparse sencillamente de evaluar la discusión o se puede llevar a cabo una votación formal. La asamblea también puede elegir el DR para el año siguiente al comienzo de la reunión, así éste puede empezar a practicar durante las sesiones. Con un poco de planificación, algunas de estas decisiones pueden tomarse antes, pero si es la primer vez que una región celebra una asamblea, tal vez sería conveniente dejar algunas cuestiones abiertas para que los RSG decidan lo les que parezca mejor. Es posible que algunas regiones organicen una segunda asamblea después de la CSM. Puede ser una buena manera de que los DR informen a los grupos de lo que pasó en la conferencia, lo que a su vez permitirá que los RSG estén al corriente de las cuestiones de los servicios mundiales.
Tal vez a algunos no les resulte claro en un principio la utilidad de una asamblea regional, a otros les entusiasme la idea de tener un evento en el que se reúnan todos los RSG de una región para trabajar juntos y establecer la conciencia colectiva que el DR compartirá con el resto de las regiones del mundo. Es importante tener en cuenta que los cambios de la estructura regional pueden ser tan difíciles para las áreas y grupos como para las regiones en sí. No hay una forma perfecta que sirva por igual a todas las regiones. Una asamblea que satisfaga las necesidades de todos los participantes irá evolucionando en la medida en que el organismo regional se comunique con las áreas y los grupos.
El Comité de Procedimientos de la CSM tiene mucho interés en conocer sus experiencias en relación a la puesta en práctica de la GSL para poder compartirlas y para que los demás se beneficien de ellas. Escríbannos a WSC Policy Committee, a la dirección de la OSM.
Con frecuencia pienso en lo que es para mí hacer servicio hoy en día y en lo que era hace unos años. Me llena de gratitud y me impresiona. Los cambios en mi vida gracias al programa de NA y al servicio son enormes. Me han salvado la vida al menos una vez por día. Recuerdo como era mi vida los años anteriores a tocar fondo con mi adicción. Sólo tengo que mirar la mesa de la sala de mi casa para evaluar dónde estoy ahora. Siempre está llena de material de servicio, trabajos sin terminar, faxes del departamento de traducciones de la OSM. Estos tres años en el Comité de Traducciones de los Servicios Mundiales son para mí una bendición porque me han dado la oportunidad de hacer el tipo de servicio que más me gusta: traducciones de la literatura de NA.
Cuando entré en el programa, teníamos tres grupos en Noruega: uno en Oslo, con dos o tres miembros, uno en Horten con tres o cuatro y otro en Moss, donde vivo, con unos diez miembros. La persona con más tiempo limpio en mi grupo llevaba aproximadamente dos años. La primera vez que me senté con él después de una reunión, pensé: “¡Dos años! ¡Eso sí que es mucho tiempo! ¡Este debe ser el hombre más sereno y sano que he visto en mi vida!” Al cabo de unos meses le pedí que fuera mi padrino.
Pero para este artículo, lo más importante es que él fue una de las personas que tomó la iniciativa de formar un comité de servicio de área. Asistí a esa reunión del CSA y allí formamos el comité local de traducciones al que me incorporé enseguida. Al principio no teníamos ninguna experiencia en la cual apoyarnos. Sólo queríamos un poco de literatura en noruego para poner en nuestras reuniones, algo que leer que todo el mundo pudiese entender. Queríamos algo que nos ayudara a identificarnos con el resto de la confraternidad de NA, algo que fuera nuestro, sólo nuestro.
Durante los primeros años de existencia de NA en Noruega, la mayoría de los miembros habituales también iban a reuniones de otra confraternidad. Sin duda esto influía en nuestra actitud y modo de pensar. Pero poco a poco, algunos dejamos de ir a otras confraternidades y empezamos a crear lo que hoy llamamos una auténtica identidad de NA. (Yo, personalmente, no tengo nada negativo que decir sobre ninguna otra confraternidad, pero pertenezco a NA. Me identifico completamente con lo que el Texto Básico me dice sobre la enfermedad de la adicción. Mi corazón y mi espíritu están con NA. Sólo quería mencionar que nos esforzamos durante mucho tiempo para tener una identidad y superar la influencia de otras confraternidades.)
Cada vez que poníamos en marcha o intentábamos poner en marcha nuevas actividades de servicio, empezábamos de cero. En ocasiones hicimos lo correcto y pedimos experiencia a comunidades de NA más desarrolladas o a la OSM. Otras probamos cosas sin buscar la experiencia de los demás. Algunas funcionaron y otra no. Más de una vez, algunos de los proyectos fracasaron por falta de planificación o conflictos de personalidades. Pero hemos aprendido de todos y cada uno de los errores. Hoy en día tenemos subcomités estables en funcionamiento que cubren las áreas habituales de servicio.
Personalmente he tenido experiencias de servicio buenas y malas. A veces, mi falta de humildad ha alejado a otra gente del servicio... cosa que hoy lamento profundamente. Pero he aprendido algo: si intentas mantenerte limpio y recuperarte en una confraternidad pequeña, no puedes darte el lujo de rechazar a nadie. No puedes ser demasiado selectivo sobre con quién haces servicio y con quién no. ¡Sencillamente no hay tanta gente! Toda nuestra existencia depende de mantenernos unidos como grupo. Así es recuperarse en una comunidad pionera. Tenemos que intentar querernos los unos a los otros lo mejor que podamos, independientemente de lo que digamos o hagamos o de las opiniones sobre el servicio que tengamos. Hay que tratar de aceptar la situación tal como es, apoyarse mutuamente lo mejor que se pueda e intentar llegar a un acuerdo sobre el servicio. Lo importante es que lo hagamos juntos. Mi vida depende de estar limpio, y estar limpio depende de mi fidelidad a mi grupo base y de hacer servicio.
Estuve en el comité de traducciones noruego durante cuatro años y he hecho mucho servicio en diferentes puestos, a nivel local y mundial.
Tengo montones de experiencias memorables del trabajo de servicio, pero me gustaría compartir dos muy especiales.
Cuando llevaba dos años en el comité local de traducciones, un día recibí una carta de la OSM. La abrí y cayeron en mi regazo los primeros cuatro folletos informativos traducidos al noruego. Empecé a llorar de alegría porque, al fin, tenía el resultado de dos años de trabajo de comité, dos años de discusiones, enojos, risas y dudas. Lloré porque sabía que esos papeles que tenía en la mano significaban que otro adicto loco como yo descubriera la recuperación en Narcóticos Anónimos.
Poco tiempo después, recibimos la primera remesa de folletos y empezamos a distribuirlos en los grupos. Después, en agosto de ese mismo año (1993), celebramos la primera convención noruega de NA, con setenta y tres miembros. Por fin podíamos poner en la mesa de literatura algo que todos los que estaban en esa sala pudieran entender. Creo que nunca olvidaré la alegría que sentí y percibí en los otros miembros cuando vieron que teníamos literatura de NA en nuestro idioma. Muchos compañeros no entienden muy bien el inglés, así que para ellos era un placer enorme. Como dijo uno: “Gracias. Ahora comprendo lo que me pasa.” Llevaba casi un año limpio.
También me dediqué a otras actividades de servicio durante el tiempo que estuve en el comité local de traducciones. Hacían falta servidores tanto en los grupos como en el área y no había mucha gente dispuesta o capaz de hacer el trabajo necesario. Muchos teníamos tres o cuatro puestos de servicio diferentes al mismo tiempo. En un momento dado, llegué a ser el que preparaba el café y el tesorero de mi grupo base, coordinador del área y secretario del comité de traducciones. No lo recomiendo, pero cuando una comunidad de NA está en sus comienzos a veces pasan estas cosas.
Sencillamente intentábamos que el trabajo se hiciera de alguna manera. ¡Y sucedió el milagro! Nos mantuvimos unidos y empezamos a crecer... primero como grupo y después como área. En un momento dado, el comité de área casi se desmorona debido a la falta de apoyo de los grupos y a algunos conflictos de personalidades, pero lo resolvimos y los grupos empezaron a multiplicarse.
Hoy en día tenemos veintidós grupos. ¡Y estamos a punto de presenciar un enorme crecimiento! Sobrevivimos a pesar de nuestros problemas iniciales y hoy en día nuestra área se acerca bastante a lo que creo que debe ser lo ideal. Bueno, quizás no lo ideal, pero sí a cierta madurez. En Noruega también tenemos una identidad de NA muy fuerte. Nuestros miembros son muy cuidadosos al aplicar las Doce Tradiciones al trabajo de servicio y poco a poco aumenta el conocimiento de los Doce Conceptos. Narcóticos Anónimos está bien establecido en Noruega. ¡Llegó para quedarse!
Mi recuperación personal y el trabajo de servicio dieron un giro inesperado en mayo de 1995, cuando me designaron para el Comité de Traducciones de los Servicios Mundiales. Este tipo de servicio aportó una dimensión completamente nueva a mi vida y mi recuperación. Conocí en persona a miembros de otros países (de Israel, Brasil, Filipinas, Alemania, EE UU, Reino Unido, Australia...) Hacer servicio a este nivel me ha dado la oportunidad de madurar y desarrollar un potencial que ni siquiera sabía que tenía. Me resultó muy claro mientras presentaba el informe del CTSM delante de 300 miembros de NA en la CSM 97. Estaba en el estrado frente a toda esa gente y pensé: “¡Soy yo, dando un informe en inglés ante la Conferencia de Servicio Mundial de Narcóticos Anónimos!”
Pocos años antes, daba vueltas por los barrios bajos de un pequeño pueblo de Noruega consumiendo todas las drogas a las que podía ponerle las manos encima.
Gracias por permitirme ser útil, y gracias por salvarme la vida.
¿Has salido alguna vez de tu área y visitado una reunión
de NA? Los carteles en las paredes, el sitio de la cafetera, las mesas,
las sillas, la literatura... todo contribuye a crear un clima de recuperación.
¡Y tú que creías que las reuniones de NA sólo
se hacían en los sótanos de las iglesias!
Empecé a estar limpio en la prisión de Massachusetts. Durante años me he preguntado cómo y por qué sucedió. No tenía el deseo de dejar de consumir. Durante años lo había intentado muchas veces y siempre había fracasado.
Sencillamente aceptaba que era un adicto y que consumiría hasta que me enterraran. Los últimos diez años de mi adicción activa fueron una película de terror. Era homicida, suicida, inmoral, estaba desesperado y lleno de odio hacia mí. Odiaba lo que era. No conocía a nadie limpio y nunca había oído hablar de Narcóticos Anónimos.
Ya no me pregunto cómo ni por qué estoy limpio. Ahora lo sé. Se debe a que unos miembros de NA creyeron que era bastante importante llevar un reunión de HeI a la cárcel en la que estaba encerrado y me explicaron que había una forma de vida mejor y que ya no tenía por qué volver a consumir.
De esto hace trece años, y sigo limpio y en recuperación. Soy un miembro agradecido del Comité de HeI de la CSM. Como resultado de hacer servicio en HeI, tanto a nivel local como mundial, mi vida ha mejorado mucho. Me he convertido en un miembro productivo de la sociedad. Tengo metas y aspiraciones. Las palabras no pueden describir lo que es ser una persona con dignidad y esperanza, sobre todo si uno no tenía ninguna de las dos.
Gracias a este servicio, también he conocido gente maravillosa que me ha abierto su corazón y las puertas de su casa. Es difícil expresar trece años de servicio en HeI en unos poco párrafos. He tenido suerte. Mi padrino también es un tipo de HeI así como la mayoría de mis amigos íntimos en NA.
Todo lo que he aprendido en el servicio me ha convertido en la persona que soy hoy en día. Me he vuelto alguien cariñoso y generoso... me he convertido en alguien que nunca creí que pudiera ser. Quiero despedirme con una frase: recuerda que servir a NA es servirte a ti mismo.
Los gruesos muros de la cárcel eran muy altos y parecían imposibles de atravesar. Salí por la enorme puerta de acero y sentí una profunda gratitud. Me acompañaban dos miembros de NA. El año anterior habían estado presos en esa misma cárcel, recibieron el mensaje de recuperación gracias al trabajo de HeI y ahora están devolviendo lo que han recibido. Acabábamos nuestra reunión de HeI. La reunión se había puesto en marcha dos años después de que nuestro comité de información pública se reuniera con las autoridades de la prisión.
En esa época, el comité de información pública era nuevo y esa reunión con las autoridades de la prisión fue una de sus primeras actividades. Creíamos firmemente que faltaba un vínculo entre NA y el público, especialmente en lo tocante a profesionales y organizaciones que se ocupan de los adictos. Nuestro objetivo sólo era informar a esas personas y organizaciones de que existía NA y que todos los adictos que desearan dejar de consumir tenían las puertas abiertas. Parecía fácil, pero respetar nuestras tradiciones y las leyes de nuestro país al mismo tiempo resultó todo un desafío.
Narcóticos Anónimos, en Kuala Lumpur, Malaisia, surgió de un pequeño grupo de adictos en recuperación. Al principio, hace unos diez años, la única reunión cambiaba permanentemente de lugar y funcionábamos clandestinamente. Por entonces, era una especie de movimiento secreto. Cada vez que nos reuníamos, teníamos miedo de que la policía no detuviera por celebrar una reunión ilegal (nuestras leyes exigen que una organización esté legalmente registrada ante las autoridades, reúna ciertos requisitos y cumpla ciertas condiciones).
No podíamos hacer ningún trabajo formal de IP ni de HeI. Se llevaba el mensaje fundamentalmente de boca en boca entre los miembros y los amigos. NA era considerado un programa religioso o algún tipo de ideología occidental. Recuerdo que cuando asistí a mi primera reunión de NA en Malaisia tenía miedo de estar con un grupo de adictos que llamaran la atención de la policía o incluso de que nos hicieran análisis de orina. Nuestras leyes establecen que los adictos deben someterse a dos años de rehabilitación obligatoria en una institución y a otros dos años de libertad condicional.
A pesar de las trabas y desafíos que debemos enfrentar, los miembros que se quedan en el programa se mantienen limpios. Los profesionales locales empiezan a tener cada vez más curiosidad en NA. En 1991, se celebró en Kuala Lumpur un congreso internacional de toxicomanías y servicios de atención a éstas. Asistió un representante de los servicios mundiales de NA para presentar una ponencia. Por primera vez, los profesionales de Malaisia tuvieron conocimiento del programa mundial de Narcóticos Anónimos, adaptable a cualquier cultura e idioma.
Después del congreso, la confraternidad empezó a hacer un poco de servicio formal. Todavía tratábamos de pasar desapercibidos. Hace tres años, el Foro de Asia/Pacífico se celebró aquí, en Malaisia, y tuvimos la oportunidad de aprender de la experiencia de la confraternidad algunas cosas sobre el servicio en NA. También aprovechamos la presencia de miembros de la CSM para organizar una reunión con personas importantes que podían ayudarnos en nuestro trabajo: el vicepresidente de la Federación Mundial de Comunidades Terapéuticas y otras personalidades influyentes en la política gubernamental.
Poco después, se formó un comité de servicios de grupo. Información pública dio los pasos necesarios para presentar el programa de NA al director de la prisión y pocos meses después abrimos la primera reunión de HeI en la cárcel. Como la mayoría de los adictos hablan el idioma local, bahasa malayo, también empezamos una reunión en ese idioma. El Poder Superior nos dio el valor de acercarnos al director general de la Agencia Estatal de Narcóticos (el organismo del gobierno responsable de la rehabilitación de adictos). Se mostró muy receptivo y nos propuso hacer un taller de presentación. Estoy muy agradecido de haber participado en esa presentación. Asistieron más de sesenta funcionarios de todo el país que fueron muy abiertos a Narcóticos Anónimos como medio de recuperación para los adictos. No sólo eso, sino que además nos invitaron a presentar la confraternidad a los adictos que ellos trataban y se ofrecieron a ayudarnos a abrir más reuniones.
Espero que a medida que NA crezca en Malaisia y sigamos trabajando en IP y HeI, más adictos reciban nuestro mensaje. Dios quiera que ningún adicto muera sin haber tenido la oportunidad de practicar los Doce Pasos de Narcóticos Anónimos.
1986 | 1996 | |
Número de países con reuniones
de NA registradas |
40 | 90 |
Número de grupos de NA registrados
en EE UU |
7,638 | 12,938 |
Número de grupos de NA registrados
fuera de EE UU |
735 | 2,720 |
Número de Textos Básicos en inglés
vendidos por la OSM |
215,352 | 206,512 |
Número de medallones de 10 años
vendidos por la OSM |
572 | 4,768 |
Número aproximado de kits para abrir
grupos nuevos enviados por la OSM |
900 | 1,000 |
Número de traducciones del Texto Básico
a diferentes idiomas |
1 | 8 |
Número de asistentes a
la convención mundial |
1,600 | 7,116 |
Ventas de mercancías en
la convención mundial |
$41,556 | $355,782 |
Fuentes: (1-7) Informe Anual de la OSM 1986 y 1996; (8-9) datos históricos de la CCM
Pensamos que sería útil empezar a presentar al personal de la OSM y describir sus funciones. “El retrato de nuestro personal” será una columna habitual de nuestra revista.
La empleada de este mes es Dee Joyce Price. A Dee, contratada por la OSM en otoño de 1986 como recepcionista, responsable de atender las tres líneas entrantes de teléfono y de recibir a las visitas, le encantó el trabajo. “Era maravilloso. Todo el mundo te abrazaba, y, claro, a quién no le gusta eso”, recuerda.
Las
responsabilidades de Dee han aumentado mucho en once años. La OSM
tiene ahora ocho líneas entrantes. Si todas sonaran al mismo tiempo
sería imposible, pero, por suerte, no sucede con frecuencia. Muchas
de las personas llaman a través de la central automática.
Dee también controla el correo que llega y los mensajes de correo
electrónico (mailwso@aol.com). Prepara todos los envíos de
HeI así como los paquetes que se mandan por mensajería a
los servidores de confianza. Su voz grabada es la que se oye al llamar
a la central automática. Como está al corriente de las funciones
de todo el mundo, puede pasar las llamadas a las personas correspondientes.
Ella misma se ocupa de contestar muchas preguntas para aligerar el trabajo
de los servicios a la confraternidad. También tiene en su escritorio
un directorio telefónico actualizado para ayudar a las personas
que llaman buscando una reunión local de NA.
A Dee le gusta cada vez más trabajar en la OSM. La Confraternidad de NA se ha convertido en su segunda familia y le encanta que la vayan a visitar. Así que la próxima vez que estés en California, pasa a saludarla.
El objetivo de los puestos de mercancía, cuando empezaron a ser una práctica corriente en las convenciones mundiales, consistía en que las áreas y regiones tuvieran un lugar para recuperar fondos que de otra forma se quedarían guardados en las cajas de camisetas que les habían sobrado. La Corporación de la Convención Mundial (CCM) quería eliminar, o al menos reducir al mínimo, la vieja práctica de vender mercancía de NA en los pasillos. Los miembros respondieron positivamente a la idea de los puestos de venta alternativos y los domingos, antes de que abrieran, hacían cola entusiasmados. Teniendo en cuenta los buenos resultados, ¿qué tenía de malo?
Como suele suceder, los puestos de venta en la convención mundial empezaron siendo una cosa y acabaron siendo otra muy diferente. Lo que pasó en la 26ª CMNA en Saint Louis nos mostró una imagen muy desagradable de una buena idea echada a perder.
El proceso de intentar que todos los vendedores montaran sus puestos en un salón establecido se convirtió rápidamente en una locura, a pesar de que todos tenían un sitio reservado. La gente incluso podría haberse hecho daño mientras algunos vendedores se abrían paso a empujones entre el personal de seguridad que intentaba controlar los pases e indicar dónde tenían que instalarse. Fue el ejemplo más lamentable de recuperación y servicio que hemos visto. Nos gustaría creer que se ha tratado de un caso aislado, pero parece que este tipo de comportamiento empieza a ser una experiencia habitual, no sólo en la convenciones mundiales, sino también en la regionales que permiten la presencia de puestos alternativos de venta.
¿Qué sucede con esta práctica de servicio que convierte a servidores de confianza razonables, que trabajan los pasos y citan el Texto Básico, en maníacos maleducados, intolerantes y exigentes? No queremos despreciar injustamente a los miembros que se ocupan de vender en los puestos alternativos, pero desgraciadamente el número de personas que responde a esta descripción cada año parece mayor.
Hemos llegado a un punto en el cual lo que se consideraba una oportunidad especial para las áreas y regiones ahora se entiende como un “derecho inalienable” que se exige. Como consecuencia, la CCM se encuentra entre la espada y la pared. Nuestro trabajo siempre ha estado encaminado a facilitar que los miembros de NA que lo desearan pudieran adquirir mercancías sobrantes de convenciones anteriores. Al mirar atrás, vemos que nuestros esfuerzos han derivado en la transgresión de las normas del local, violación de acuerdos sindicales y un aumento de nuestro riesgo de responsabilidad civil debido a algunos comportamientos ligados a los puestos de venta. Además, el trabajo administrativo que recae sobre la CCM para organizar la cuestión de los puestos de venta ha aumentado hasta tal punto que hace falta un empleado con dedicación casi exclusiva. Como si todo esto fuera poco, los puestos de venta han tenido un efecto muy perturbador en la asistencia a la reunión de recuperación del domingo por la mañana. Aunque los puestos no empezaban sus ventas hasta terminada la reunión, algunos miembros decidieron no ir a la misma para empezar a hacer cola. Cuando se concibió la idea de tener puestos alternativos de venta sin duda éste no era el propósito que se perseguía.
Nos damos cuenta de que muchas comunidades de NA dependen de estas ventas para recaudar fondos, pero, en realidad, éste no era el objetivo original. Este tipo de puestos alternativos se crearon por dos razones: primero, para disminuir las ventas de mercancías en los pasillos durante la convención mundial; y segundo, para que las comunidades de NA pudieran vender restos de mercancía de otros acontecimientos. Hoy en día, hay comunidades de NA que producen mercancías exclusivamente para vender en la convención mundial.
Es evidente que los problemas que han surgido obligan a la CCM a fijar pautas estrictas para la venta en puestos alternativos, y, en última instancia, a evaluar el auténtico beneficio que esta práctica produce en la confraternidad. Lamentamos decir con toda franqueza que si pudiéramos eliminar este tipo de puestos venta ahora mismo, lo haríamos. Pero la experiencia nos ha enseñado a buscar formas de resolver este tipo de cuestiones pidiendo ayuda a nuestros miembros. Cuando hablen del tema en las reuniones de comités, por favor, presten atención a lo que digan los miembros y hágannos llegar los comentarios como sugerencia.
Por la presente autorizo a World Service Office, The NA Way Magazine, sus sucesores, cesionarios y quienes actúen en su nombre a publicar el material original que se adjunta, titulado:
Acepto que este material pueda corregirse y publicarse en otras revistas de la confraternidad de NA. Otorgo esta autorización con plena capacidad legal y por la presente eximo a World Service Office y NA Way Magazine de toda responsabilidad hacia mí, mis sucesores y cesionarios.
Firma: ____________________________________
Fecha: ____________________________________
IP #1 Item #NL-3101
Wie, Wat, Hoe en Waarom
IP #5 Item #NL-3105
Een Andere Kijk
IP #6 Item #NL-3106
Herstel en Terugval
IP #7 Item #NL-3107
Ben ik een verslaafde?
IP #8 Item #NL-3108
Alleen Voor Vandaag
IP #11 Item #NL-3111
Sponsorschap
IP #14 Item #NL-3114
De Ervaring van een verslaafde
met Acceptatie, Vertrouwen en Commitment
IP #16 Item #NL-3116
Voor de Nieuwkomer
IP #19 Item #NL-3119
Zelfacceptatie
IP #22 Item #NL-3122
Welkom bij NA-Anonieme Verslaafden
IP #23 Item #NL-3123
Clean Blijven in de Buitenwereld
Folleto IP #1 en bengalí
ÎßÂ, ßÂÏ, ßÂÏ
ßÂËõþ ÛõÑ ÎßÂò
Item#BE-3101
Precio US$0,20. Pedidos de más de 100 ejemplares, US$0,18
Portugués Traducción de
It Works: How and Why
Isto Resulta: Como e Porqué
Item #PO-1140 Precio US7,30