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Nunca he pensado que NA me curaría de todo. En las reuniones aprendí que padezco una enfermedad incurable llamada adicción. Puedo tratar mi adicción, pero nunca estaré curada. Después de pasar algún tiempo practicando el programa de recuperación, creo que es verdad.

En el diccionario, todas las definiciones de adicción se refieren a drogas. Pero en nuestra literatura, como señala el autor del mencionado artículo, se dice que la adicción puede manifestarse de diversas maneras que no tienen nada que ver con las drogas. Y yo soy un ejemplo viviente de eso. Desde que dejé las drogas en 1986, experimenté la necesidad de «llenar el vacío» en varias ocasiones diferentes. También intenté tratar esas necesidades en otros programas de doce pasos.

Pero siempre he vuelto a NA. ¿Por qué? Mi corazón está en NA. Mi recuperación está en NA. ¡Si funciona, no lo arregles! Puedo aplicar mi impotencia a todo, y que mi vida... ¡otra vez! se ha vuelto ingobernable.

Sí, la razón principal por la que en un principio acudí a NA era tratar mi adicción a las drogas. Era lo único que veía que estaba mal en mí. A medida que fui trabajando los pasos, empecé a descubrir otras capas de obsesiones mentales y acciones compulsivas que asolaban mi vida: comida, sexo, control, etc.

Hoy en día, como miembro responsable de NA, mi propósito primordial es llevar el mensaje a cualquiera que quiera dejar de consumir drogas, perder el deseo de consumir y descubrir una nueva forma de vida. No nos prometen que nos «curaremos» de nada. NA me proporciona las herramientas para destaparme y descubrirme a mí misma de maneras diferentes todo el tiempo. Si soy diligente en mis esfuerzos para trabajar los pasos, seguir las tradiciones y practicar los principios de este programa, encontraré todo lo que necesito saber sobre mí.

Me identifico con el enfoque de NA de que las drogas sólo eran el síntoma de nuestro auténtico problema: la enfermedad de la adicción. Uno fuma droga, otro se sienta y se come un pastel entero de un saque, la tercera va de una relación emocional a otra.

Para mí, la solución al problema es la misma, independientemente de la sustancia que sea: NA. Trabajo los pasos en cualquier área que me aqueje hoy. Soy impotente ante mi adicción, al margen de la forma que mi adicción adopte en un determinado momento. De ahí en adelante, trato de deshacerme de todas esas «cosas» de la forma en que me funciona: los pasos, las tradiciones, la madrina y, definitivamente, mi Poder Superior. No agobio a mi compañeros con todo eso en las reuniones. Lo único que tengo que hacer es identificarme con otros adictos sobre lo que tenemos en común: la adicción y la recuperación.

Una de las afirmaciones que hacía el artículo al que respondo era que: «Tenemos confianza en el resultado de los Doce Pasos de NA cuando alguien los aplica a su adicción a las drogas, pero este resultado no está tan claro cuando se aplican a otras áreas ». Estoy completamente en desacuerdo. Los resultados son previsibles si sigo el plan.

Esto no significa que no respete la necesidad de identificación que tiene el recién llegado. No hablo de mi adicción a las drogas en Comedores Anónimos, ni de mi compulsión con la comida en las reuniones de NA. Hablaba y hablo, sin embargo, de que tengo una enfermedad incurable.

Trabajo con el problema que tengo, cada vez que lo necesito, y siempre utilizo los mismos Doce Pasos. No puedo darme el lujo de estar confundida sobre que serie de Doce Pasos debería practicar en cada momento, así que lo interpreto globalmente y uso el mismo plan surja lo que surja.

La base es que soy adicta. En Narcóticos Anónimos, a través de las drogas, encontré un hogar, y no necesito otro hogar para otras cosas. Puedo tratar toda la adicción aquí mismo.

Barb P., Kansas