Table
Of Contents
Fomentar
el crecimientode la confraternidad
Editorial
¿Así que quieres
cambiar NA?
Crecer y cambiar
NA en Sudáfrica
Algo para todo el mundo
Un llamamiento para una mejor
comunicación
Cuando un camello...
Reuniones en la isla,
convenciones de NA
Polémica sobre una
convención
Cartas de los lectores
Todos juntos
Todos pertenecemos:
Respuesta al artículo
Respuesta al artículo
Imagínatelo
Nuevos productos
de la OSM
Historieta: «Grupo
habitual»
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Al inicio del actual período,
luego de nuestra IX Conferencia de Servicio Regional (abril de 1998 a marzo
de 1999), escribimos a todos los grupos y áreas de la región,
informándoles acerca de la nueva estructura del comité regional,
de los planes iniciales a desarrollar, y solicitándoles actualizar
sus datos de grupos, horarios de reuniones, servidores, membresía,
dirección y teléfono de contacto, con el fin de iniciar un
diálogo e intercambio de experiencias y recursos. De los cincuenta
y ocho grupos a los que quisimos contactar, solamente dieciséis
respondieron con sus datos.
Ha sido una dolorosa y nefasta
costumbre nuestra, especialmente de nuestros grupos, el no mantener una
comunicación corriente ni constante, ni entre nosotros mismos ni
menos aún con otras áreas o regiones. Ni siquiera cuando
algún nivel de servicio ha solicitado respuesta de los grupos para
algún requerimiento de la confraternidad, por ejemplo: mociones
para las conferencias de servicio regionales o mundiales; artículos
escritos para nuestras publicaciones (revista); o ideas u opiniones acerca
de algún tema específico. Ni siquiera acostumbramos participar
con temas preparados con tiempo y esmero para servir como oradores de nuestras
convenciones regionales.
Han sido generalmente miembros
individuales, casi siempre servidores o «personalidades fuertes»
quienes elaboran estas necesidades, que casi nunca resultan de la conciencia
colectiva de los grupos, pues nuestros formatos de reuniones no dan espacio
para temas de interés común que no tengan que ver con la
experiencia personal orientada al recién llegado, la mayoría
de las veces, y a la manera en que nos «mantenemos limpios»
en asuntos cotidianos.
Por otro lado, a las reuniones
de servicio de los grupos, y a los talleres y foros, asisten muy pocas
personas, casi siempre los mismos «personajes» que resultan
haciendo todo el trabajo de servicio. Es como si las tradiciones (la Quinta)
y los formatos de reunión sugeridos en la Guía del grupo
nos impidieran «crear» una manera de hablar e intercambiar
ideas acerca de otros temas, diferentes a la experiencia de haber consumido
drogas, haber encontrado NA y la manera como permanecemos limpios.
No ignoro que el recién
llegado necesita de la empatía que genera tal compartir y que nuestro
único y principal propósito es ése, precisamente.
No obstante, si no logramos establecer en nuestros grupos (el único
espacio en el que estamos todos juntos cada día) un diálogo
abierto y variado en el que además de la prioridad de compartir
recuperación, se traten temas de interés de NA como un todo,
no como «anuncios» al final de cada reunión, cuando
todos estamos ya disponiéndonos a abandonar el salón, sino
como un «espacio importante» en medio de las reuniones habituales
de recuperación o incluso al inicio de las mismas, entonces debemos
resignarnos a continuar con nuestro lento y aislado crecimiento. Deberemos
resignarnos a seguir «formando» servidores mediocres, solamente
dispuestos a desarrollar sus servicios según la ley del menor esfuerzo,
únicamente dispuestos a abrir «su grupo» monótonamente
cada día, sin preocuparse por estudiar los principios, practicarlos
y «comunicarlos» a su grupo y a los demás niveles del
servicio, e incapaces por «mil motivos y justificaciones» de
involucrarse en tareas de apoyo a NA como un todo, ni de tolerar ni estimular
a los demás a aprender sobre servicio (apadrinar). Seguiremos teniendo
a «personajes famosos y poderosos» y sabelotodos como RSG de
nuestros grupos, que no son fuertes ramas del gran árbol del servicio
de NA, por los que corra la savia de la comunicación y la buena
voluntad. Seguiremos sin escribir e intercambiar cartas, ni artículos
ni trabajos de participación, ni redactar los puntos de vista que
emanan de nuestra conciencia colectiva.
Hoy, día de la unidad
mundial, y ojalá todos los días por venir, hagamos todos
una reflexión personal, aun los que lleguen por primera vez a NA
y recordemos el sencillo principio que ilustra nuestro símbolo (la
pirámide): «Mientras más grande sea la base (buena
voluntad) a medida que crecemos en unidad, número y en espíritu
de compañerismo, más anchos serán los lados de la
pirámide (persona, Dios, sociedad, servicio) y más alto el
punto de libertad».
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